con nuestra mirada

España 2007. Nos encontramos ante un momento histórico en el que parece que hablar de feminismo tiene algo de ridiculo u obsoleto.

Parece que tras más de 20 años de políticas de igualdad (Octubre de 1983 el BOE publica la ley de creación del instituto de la mujer) las mujeres en España ya han conseguido su ansiada "libertad" e igualdad con los hombres y entonces, ¿por qué seguir hablando de feminismo? El feminismo debe dejar de existir y en palabras de Ana Sacristan "disolverse dulcemente como corresponde tratandose de mujeres".

Pero, realmente ¿existe esa igualdad? Es conveniente recordar que una cosa es que haya leyes que recogan estos cambios y otra que la sociedad las haya asimilado y acomodado. Es decir, nos encontramos ante una igualdad de derecho pero no de echo.

Podemos ver algunos ejemplos bastante clarificadores al respecto:

- Invisibilidad de la mujer. Se percibe en el poco conocimiento que tenemos sobre acontecimientos importantes realizados por alguna mujer.

- Doble jornada.

- Hablamos de conciliación pensando siempre en la mujer. Son ellas las que reducen jornada, las que dejan de trabajar, las que cuidan niños, enfermos, ...

- A igual trabajo diferente sueldo.

- El sueldo de la mujer se sigue percibiendo como complementario del de su pareja (masculina).

"Esa idea que teniamos de que el progreso es una linea recta, que no hay vuelta atras, estaba equivocada: Se puede retroceder y se pueden perder conquistas sociales que han costado mucho" Almudena Grandes.

Y después de esto, ¿crees que tiene sentido celebrar el 8 de Marzo?

¿Feliz Navidad?
Si te pregunto, no te deseo. La Navidad ya esta aquí quieras o no. Pero esta Navidad ¿Es feliz?

La Navidad se ha convertido casi en una fiesta universal, que no es lo mismo que tradicional, donde la felicidad es una imposición, has de ser feliz o al menos mostrarte feliz.

Y no hay mejor manera de mostrar esta felicidad que:

- Celebrando aquellos días que nos marcan como fiesta derrochando regalos, comida, decoración, bebida,...

- Paseando por el centro comercial de turno donde las luces nos ciegan y nos invitan a comprar regalos hasta a aquel primo segundo de nuestra tía Encarnita...

- Colocando con esmero bolas y espumillón en ese joven árbol que estamos dejando morir en nuestro salón...

- Comprando juguetes (no uno ni dos) y ya sabes, la cocinita para la niña y el camión para el pequeño. Ignorando que el niño o la niña que construyo ese juguete jamás va a tener tiempo para disfrutarlo.

- Y soñando en convertirte en un nuevo rico junto con tus compañer@s de trabajo, o con tus amig@s de la peña, o con tus vecin@s del pueblo, o con..., comprando lotería en todos lados, y es que sí toca y no compro...

Por lo tanto, la felicidad esta unida a tu capacidad de consumo en Navidad, ¿cuanto más consumes más feliz?

Para mi la respuesta es clara. Por eso no voy a regalar objetos, voy a regalar hechos, actos, tiempo. Por ejemplo, una excursión a aquella montaña con mi familia, dos entradas para el teatro para mi hermano, ir a escuchar un cuenta cuentos con mi compañera, irme de vinos con mis compañeros de trabajo, tomarme un café con mi amiga,...

La felicidad no se mide en el DVD, en el Mp3, en este jersey, en la corbata, en el perfume, en aquel libro o en ese nuevo disco de música.

La felicidad solo tiene sentido si se comparte por eso es necesario regalar, y regalarse, ese tiempo necesario para estar con aquell@s que más quieres en Navidad y siempre.

P.D. ¿Qué Navidad quieres?

Es realmente curioso y a la par sorprendente que una institución se permita defender sus derechos recogidos en la Constitución Española levantando la voz cuando considera que estos derechos son vulnerados.
Sin embargo, esta misma institución, no respeta los derechos de los trabajadores, que estan recogidos en la Consitución, entre ellos, el derecho a la huelga. El caso de la profesora de religión Nereida del Pino, así lo demuestra.
Los Obispos ya han ido a juicio cinco veces y las cinco veces lo han perdido. Y además el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha elevado cuatro cuestiones de inconstitucionalidad.
Pero no solo es grave el hecho de que esta profesora no pueda ejercer la docencia por ejercer su derecho fundamental a participar en una huelga, si no que la responsable de pagar las indemnizaciones correspondientes es la Consejeria de Educación del Gobierno Canario, es decir, todos los ciudadanos de Canarias...
Y es que los Obispos seleccionan al profesorado y los ciudadanos (católicos y no) pagan.
Curioso, ¿verdad?
Y sus actos ilegales también... Sorprendente!!!!